martes, 26 de febrero de 2013

Todavía...


Todavía se cuela el tiempo por la ventana,
Todavía dejas abierta la puerta por si se cuela un poco de nostalgia,
Todavía quitas los pétalos a las margaritas,
Todavía te sientas distraída a que pase el invierno y llegue la primavera

Todavía anhelas volar lejos, caminar desnuda, encontrar viejos amigos,
Todavía esperas a que llegue aquel tren que ya marcho.
Todavía esperas que la vida te regale una oportunidad,
Todavía viajas en sueños y buscas un lugar recóndito donde meditar.

Todavía buscas tu sitio; Todavía buscas un poco de paz…
No esperas sino desesperas, no encuentras sino buscas
No te lastima ver el tiempo como se va?
Se han quedado 4 canas en el cepillo y en el espejo has visto tu primera arruga
en silencio vespertino.

Todavía esperas el mejor momento,
Todavía esperas el consuelo de quien no se detiene,
Todavía tienes prisa por llegar pero no sabes donde.
Todavía encuentras monedas de la suerte en las fuentes
y escuchas al oráculo antes de dormir.

Todavía rezas a Dios por un mendrugo de felicidad,
Todavía deambulas de noche por la casa buscando
algún recuerdo y alguna lágrima,
Todavía te acuestas sola y te levantas acompañada.

Todavía buscas incesante el sentido de la vida que no has sabido encontrar,
Todavía quieres que tus sueños se hagan realidad,
Todavía luchas por el amor y la verdad,
Todavía tienes fuerzas, todavía tienes brillo en los ojos
Todavía tienes algo que contar…

IRENE


viernes, 22 de febrero de 2013

Lucia y Mario

Mario era un chico algo tímido y muy discreto con los sentimientos, nunca había sabido entenderlos del todo, tenía sólo 16 años cuando la conoció y todo su mundo giró 180 grados, buscaba su mirada en las calles, dibujaba su rostro en aquel portafolios lleno de sueños y nunca se atrevía a dirigirle la palabra, ni siquiera a concederle una de sus sonrisas.  Deseaba entre libros y canciones que llegara otra vez el día siguiente para volver a verla en la escuela. En el patio a las 2 del medio día la esperaba sin descanso, no se iba a casa hasta que no marchaba ella. En los recreos de reojo mientras se comía el almuerzo vigilaba su cuerpo, como corría y reía, sus pasos eran sus pasos, esclavo de su belleza etérea y juvenil, la deseaba, deseaba incontrolablemente su cuerpo e imaginaba como serían sus besos. Pero el tiempo se le escapaba de las manos y no sucedía nada, no hacía nada por cambiar su destino, por hacer realidad su sueño...

Un año después ella se acercó al muchacho y le preguntó - ¿por qué me miras así y no haces nada? no me voy a romper!- exclamó ella riendo y saltando por el patio del colegio, incitándole, provocándole, para que él se atreviera de una vez por todas a cortejarla. Ella sabía cuales eran los sentimientos de Mario, pero él seguía sin entenderlos de todo, - ¿que es el amor? ¿ por qué me siento así si apenas la conozco? llevo años amándola en silencio y casi no la conozco...-

Después de aquello Mario y Lucia comenzaron a ser amigos, él no podía creerlo, pero ella hacía todo lo posible para que Mario se abriera y le mostrara su mundo. La amistad fue creciendo y creciendo y un día después de mucho tiempo de espera, de deseos ocultos y de miedos imprecisos, Lucia y Mario se unieron en un beso, un beso que lo cambio todo para ellos, primero fue ese beso y después llego todo lo demás indescifrable y mágico que marcaría sus vidas para siempre, ¿amistad o amor? eso era lo de menos, en su relación cabía todo menos el odio.

Pero después de un tiempo Lucia tubo que cambiar de residencia e irse a vivir fuera y pese a los intentos de los dos jóvenes la relación única y especial se rompió o quizás se marchitó. Pasaron los años y cada uno hizo su vida, pero Mario nunca olvidó a Lucia y Lucia nunca olvidó a Mario. Ningún amor pudo borrar aquella relación extraña, aquel amor de juventud, de infancia, primer amor, primer desamor, primer beso.


La esencia del amor permaneció en dos corazones que nunca pudieron alejarse del todo...

lunes, 11 de febrero de 2013

Vicios y sabores

Los vicios... siempre están con nosotros  unos tienen más y otros menos, pero quien no los tiene? vienen a nuestra vida y es difícil saciarse de ellos, desquitarse. Haberlos los hay de muchas clases y sabores y se adueñar primero de nuestro cuerpo para luego adueñarse de nuestras almas, no son muy misericordiosos  más bien sienten envidia de nuestras ilusiones, y por eso siempre vienen para quedarse, para hacerte esclavo de ellos.

Hablo de ellos como si fuera una experta, pero en realidad no lo soy tanto, soy una mera observadora a grandes rasgos, mi principal vicio es el chocolate y el queso, debo confesarlo... jejeje no fumo y prácticamente no bebo, tampoco tomo drogas, ni blandas ni duras, soy un poco snob para eso, siempre he creído que si me drogara acabaría muy mal...

Durante algún tiempo era adicta a las hamburguesas del Macdonalds, una amiga trabajaba allí y nos invitaba cada viernes, acabé acostumbrándome a ello, y no podía pasar la semana sin mi dosis de hamburguesa putrefacta, era muy duro, cuando empecé a comer 2 o 3 veces por semana, me dí cuenta un tiempo después que tenía un problema y decidí dejarlo, eso sí, de manera radical, por lo menos por un tiempo pues era una adicción muy fuerte... Y realmente, todavía tengo que controlarme, si como una hamburguesa del Macdonalds no vuelvo a hacerlo hasta 6 o 7 meses después, a veces hasta más tiempo y así mi cuerpo no se acostumbra a ese aditivo del infierno que lo esclaviza y lo vicia.

Si, así de triste es señores y señoras, espectadores y espectadoras, vivimos en un mundo donde la comida basura, la televisión basura, la política basura y los vicios dirigen nuestra vida y como no esos aditivos y toda esa mierda que ponen en la comida, para que dejemos de pensar y nos sintamos un poco más felices o infelices? se me olvidó lo que quería decir.

Cada día hay más gente enganchada al chocolate y a la bollería industrial, a todo lo que tiene que ver con los dulces. El dulce, el azúcar, la pura glucosa, es una droga de lo más brutal, por lo menos para mí, no se vivir sin chocolate, sobre todo en esos días... me tranquiliza, me apacigua y no me avergüenzo, esa es la verdad, ¿qué puedo hacer? ¿cómo puedo controlar ese momento obsesivo compulsivo de ir a la tienda y coger 2 o 3 tabletas de chocolate o un bote de Nutella? muchas veces la fuerza de voluntad ni siquiera existe en mi diccionario, y así es de cruel.


Quiero hacer dieta y a las 3 semanas ya estoy pensando en bañeras repletas de chocolate y en orgasmos bucales en mis papilas gustativas, en ese éxtasis que se revoluciona dentro de mi boca, en ese palpitar incesante de pequeños sabores mezclándoos dentro de mi, pura poesía, eso es lo que siento, sobretodo en esos días difíciles para todos y sobretodo para todas.



Del único vicio del que no he hablado es del amor, podría hablar del sexo que es más vicioso todo sea dicho, pero prefiero hablar del amor, de la droga más fuerte que existe, puede que no sea un vicio en si mismo, es algo más profundo y aunque a veces es doloroso y se pasa muy mal el mono cuando estas enganchado, te sientes muy afortunado con el tiempo de haberlo sentido, en tu cuerpo y en tu alma. Al fin y al cabo son estas pequeñas cosas las que nos hacen sentir vivos...

http://www.youtube.com/watch?v=guvY8Qbac7E

love is a mystery