domingo, 5 de agosto de 2018

Palabras incoherentes


Se tiñe la luz parásito,
las huellas sin rastro,
los satélites incomunicados,
los eclipses premeditados.

Se acentúan las palabras incoherentes.
Se dibujan atardeceres anestesiados.
Se buscan los hombres primigenios.
Se doblan las persianas para que entre el sol.

Se agolpan las pasiones bajo la cama,
se quiebran las venas que conectan con el corazón,
se paralizan todos los semáforos,
se tiñe de blanco la vida, y no te deja ver,
no te deja ver.

Se ahuecan todas las manos,
los ojos, la pupila.
Se mira desde el fondo del precipicio,
se agrietan las manchas y el dolor.

Fingimos que vivíamos para morir;
morimos un poco cada día.

Mentimos con la luz del alba y esa angustia vuelve a asomar;
tan resiliente y ambivalente como la valentía de vivir.

Escuece un poco menos a la luz del candil;
cometemos el error y olvidamos el por qué.