viernes, 28 de febrero de 2014

Cuento...



Jugábamos a ser dos niños desde la noche hasta la mañana,
Y creíamos que éramos invencibles y super héroes de leyendas de plata,
Yo jugaba a ser la princesa de un cuento infinito y tú jugabas con mi
Pelo más largo que ríos y montañas,
éramos dos niños huidizos de fantasmas,
monstruos escondidos bajo las camas y las telarañas.

Jugábamos de vez en cuando a tirarnos piedras y manzanas,
Podridas a veces otras maduras y llenas de vida,
Éramos más jóvenes y más viejos que el mar, entre arena y sal,
sentíamos el aire en nuestras caras, y nuestros cuerpos
Atolondrados y salvajes se mecían en los lagos más ruidosos,
En los bosques más encantados.

Éramos niños o éramos como niños que buscan perlas en el océano
Más místico, más submarino, más único.
Intentábamos escalar retos, superar momentos difíciles cogidos de la
mano, buscando tesoros escondidos en nuestros ojos, mirando al infinito
más perdido de nuestros corazones desdibujados de niños.

Y yo me preguntaba dónde habías estado todo este tiempo,
Todo este tiempo que no te había visto, que no habíamos jugado juntos,
Me decía a mi misma que era la niña más afortunada y feliz de este
cuento, y a veces sentía que era mentira pero cuanto te quería
Y cuanto te quiero, mientras naufrago en tu compañía,
En sueños pintados y acuarelas en las manos.

Cuanto hemos jugado,
A ser dioses diminutos, a tocar la luna con las manos, cuanto hemos
jugado a ser niños, niños que se aman, hemos jugado al amor,
Y jugamos cada día con miedo y valentía, con fuerza y a veces con
sentimientos de dolor, jugamos al amor porque no sabemos otro juego
Y sin embargo nunca sé quien es el ganador o el perdedor,
Siempre existe el riesgo de ganar o perderme contigo y aún así seguimos
buscando pistas e intentamos averiguar este rompecabezas, de
casualidades y certezas. Y no puedo dejar de hacerlo y tú tampoco,
quizá sea lo mejor que tenemos, quizá sea lo único, quizá sea eterno.


Irene 


jueves, 6 de febrero de 2014

Celtic moment...

Desde que llegué todo a mi alrededor me acoge de una manera extraña y sobrecogedora, me asustan las tormentas, los rayos y demás pero al mismo tiempo me parece una manera romántica de dormirme y su electricidad me engancha, me recuerda al verano, a mi pueblo. El musgo verde por todas partes, tierra mojada y salvaje, caminos desiertos de gente, animales que cabalgan en la oscuridad, magia sumergida, irreal y fantástica, esa magia desconocida que me habla por las mañanas y me llama por la ventana como un eco, me descifra una verdad celta e incierta, llena de misterios y encanto inmaterial.

A veces tengo miedo, me siento como en casa pero no estoy en casa, los pájaros no dejan de cantar y eso me recuerda a la libertad, me da la sensación que en cualquier momento algún ser extraño me mira, siento una presencia constante en esta casa, de espíritus milenarios tal vez? o serán las hadas y los gnomos llamándome? siempre me ha gustado creer en esas cosas, símbolos y tréboles de la suerte. Mi tía me contaba que nuestra familia descendía de los celtas y eso me encantaba, pues era una cultura que siempre me había interesado, siempre me he sentido de otra parte, de otro lugar y al mismo tiempo del mundo entero. Pero este sitio tiene algo especial que despierta en mi muchas sensaciones, las señales están por todas partes. Pensareis que estoy loca pero me encanta creer que todos estamos conectados y que en el camino de la vida hay señales que te llevan donde tienes que estar, que te muestran luces y sombras, lugares nuevos, aprendizajes y experiencia. es esa magia de la que hablo, una magia que siempre ha estado dentro de mi, como una luz cegadora a veces, que ha hecho que me caiga y resbale, que me ha guiado a ciegas por este mundo consiguiendo que me perdiese y al recobrar la vista me he topado con una especie de gigante verde, con un montón de ilusiones periféricas y superfluas, con un viento insuperable,y pese a todo siempre he seguido adelante, no puedo detenerme. Es superior a mi, necesito investigar y recolectar momentos, atesorar lo que importa sentir el aire en mi cara, descubrir paisajes y almas, necesito alimentarme de este cielo y de esta vida tan maravillosa, de la que todos adormecidos no somos siquiera conscientes y me pregunto a veces que es el destino.

Me quedo mirando la ventana y me pregunto cuanto mundo me falta por ver, cuantas sonrisas por dar, cuanto amor por sentir, cuantos momentos por vivir.

La imaginación es más poderosa que el conocimiento, pues el conocimiento tienen limites que la imaginación no entiende...


Irene


https://www.youtube.com/watch?v=4ImZTkeCHgA