martes, 11 de junio de 2013

El viaje...

El viaje parece empezar, y se me quedan dentro las palabras de despedida, no sé si seré capaz de ser lo que quise y por eso huyo, soy un espejismo de lo que siempre desee y ante tal decepción he decidido marcharme, comenzar a caminar, perderme el cuento, perderme en el camino, olvidar algo que no entiendo, escuchar el silencio y sólo oír mis pasos, combinar la mala leche de los últimos tiempos con algo de fracaso virtuoso y dedicarme a ser, simplemente eso. Dejar de lado los talentos y los defectos que un vez creí tener, olvidarme de los traumas ficticios y de los paraísos fiscales de algunos, invertir en filosofía barata y en bares llenos de clichés y de cerveza de la buena. Aprender el speak englihs y bucear en la basura mediática, en arquitecturas góticas y en iglesias ilusionistas. No sé si  me equivocaré yéndome de aquí, tampoco sé si acertaré, sólo sé que tengo que hacerlo, algo en mi cabeza me empuja a viajar a conocer otros lugares, los ecos de mi pasado celta quizás, ya me conoces, quiero un cambio, quiero ser otra persona que me devuelva mi identidad y creo que la única manera es por medio de este viaje. Quizás sea cobarde y tenga ganas de escapar, de salir corriendo, de olvidarme del recuerdo genuino que ha creado mi realidad, pero la verdad es que tengo ganas de crear otra realidad que me devuelva a esta, quizás encontrar un sueño, el sueño que siempre me desquita y me enseña el lado bueno de las cosas, el sueño al que nunca podré traicionar, pues mis sueños son lo que son, irreemplazables, insustituibles y únicos. Sin mis sueños no soy nada y aquí empieza el viaje y aquí acaba. No quiero anclar el ancla ni hacer raíces de momento, quiero seguir siendo una cabeza loca, que importa y que más da, nunca encontraré mi sitio, mi sitio se llama libertad y sueños, con eso ya tengo el equipaje, aunque también me llevaría a los amigos, los amigos que siempre están vayas donde vayas y un diario para escribir las experiencias vividas, los cuentos, las plegarias chinas y los ecos del recuerdo.


Ya sólo queda ultimar los últimos detalles, la cámara de fotos para retratar nuevos rostros y nuevos paisajes, y buscar el día de la marcha. y pensar en la pregunta que siempre me hago antes de volar, cuando empieza y cuando acaba el viaje? Quizás nunca del todo, quizás no tenga respuesta, quizás mañana lo sepa, pero una cosa sí que sé, no pienso arrepentirme...

pd: dedicado a todos aquellos que decidieron marcharse con los bolsillos vacíos y el corazón lleno

http://www.youtube.com/watch?v=BYdEHcSdypU

Irene